El Derecho Internacional Económico: repensando el rol de los distintos sujetos de las relaciones internacionales

El Derecho Internacional Económico: repensando el rol de los distintos sujetos de las relaciones internacionales 

Por Juan Antonio Travieso

Una de las preguntas clásicas, en materia económica, es la referida a la diferencia entre una recesión y una depresión. La respuesta encierra una broma de economistas, con una dosis de ironía. Dicen que una recesión ocurre cuando la gente común pierde sus trabajos y una depresión, cuando los economistas pierden el suyo. En Grecia, está sucediendo algo muy parecido, con imágenes que nos resultan familiares.-

El problema que se vive es que la cantidad de sangre que alimenta todo el sistema ha disminuido y la perspectiva es que continúe con esa tendencia. De esta manera y con un necesario bypass, es posible que la globalización sufra un stand by hasta que la situación se revierta y se revascularice la actividad económica. Lo cierto es que la actividad económica está en recesión, los precios de las materias primas descienden, junto con las materias primas y las monedas.-

Estamos viviendo un tsunami económico con la globalización estancada. El tema es fácilmente comprensible. Si varios autos compiten una carrera y lentamente van aumentando la velocidad, el cambio no es estructural, pues todos se van adaptando a la nueva velocidad. El problema es a la inversa, esto es, si los autos van a velocidades de dos dígitos y de golpe se detienen. Es fácil imaginar el descalabro. Verdaderamente así pasó con la economía, que creció en los últimos años a tasas muy altas. La burbuja creció y estalló.-

Por ejemplo, el comercio internacional creció entre el 2004 y 2008 a un promedio del 7,5% anual. El futuro no es optimista y se espera que en los próximos años el comercio crezca con suerte a sólo el 1,6 % anual. Estos porcentajes muestran una desaceleración, inédita, que incluso se hallaría por debajo del crecimiento del producto bruto interno (PBI) mundial, con problemas inéditos. La sensación, en estos años del siglo XXI, es que la situación económica mundial es crítica y la pregunta es si la economía mundial resultará sustentable o no.-

Lo que ha sucedido es que la crisis produce una gran confusión intelectual con escepticismo hacia toda la economía, con un clima de negocios paralizado con relación a otras épocas.-

La pregunta es cuándo termina la recesión y empieza la reactivación; si luego de la caída hay una recuperación o sigue una nueva depresión. La respuesta no es fácil. Los economistas han graficado este tema con la letra W, con la imagen de que luego de la caída, debería tender a subir. El problema es que la letra W tiene ascensos y nuevos descensos. Mientras tanto, los Premios Nobel de economía no alcanzan a descifrar el qué hacer y sus comentarios constituyen alimento para pesimistas.-

Observando la situación existente, sin duda, el abordaje de todas estas cuestiones tiene relación con el modelo de Estado que se diseña para los próximos años. En la actualidad, el Estado de bienestar cayó en crisis y la pregunta es quien puede asegurar equidad en un mundo globalizado.-

Sobre la base de la agenda internacional es imposible pensar el mundo sin los conceptos de productividad, competitividad y re/desregulación. Quizá un mundo más cerca de Rawls, de Walzer y de Toffler que de Kelsen, esto es, un mundo en el que el plan de vida individual superaría al colectivo.-

Es evidente que hay que plantear qué hacer. Por ahora, el gran objetivo es potenciar el concepto del ciudadano que accede a mercados, producción y consumo con libertades de bienes, personas y capitales. Ése es el comienzo de la tarea a realizar desde el Estado y el derecho internacional tiene un gran papel.-